LA REINGENIERÍA DE PROCESOS
Hammer y Champy definen a la RP como “la reconcepción fundamental y el rediseño radical de los procesos de negocios para
lograr mejoras dramáticas en medidas de desempeño tales como en costos,
calidad, servicio y rapidez”.
Tal definición apela a 4 conceptos básicos o esenciales :
1. Se trata de una reconcepción fundamental.
Esta idea se refiere al hecho de que se deben responder preguntas tales
como : i) ¿por qué hacemos lo que hacemos ? y, por otro lado ii) ¿por
qué lo hacemos como lo hacemos ? Se trata de algo que va a los fundamentos de los procesos de trabajo.
2. La RP es radical. Es
decir, la RP busca llegar a la raíz de las cosas, por lo que no trata solamente
de mejorar los procesos, sino ante todo, busca «reinventarlos».
3. Es dramática. Los
cambios que propone la RP son de tal forma significativos e impactantes que son
definitivos, no graduales ni parciales. Los cambios y mejoras son gigantescos.
4. La RP refiere a los «procesos». En efecto, los procesos son el eje
de la reingeniería, y los entiende como “el conjunto de actividades que toma
una entrada de información y crea una salida de valor para el cliente”.
La RP no es una
reestructuración, es una «reinvención« de la empresa; tampoco es una
reorganización, sino un cambio radical, un “volver a hacer”.
La reingeniería de procesos es una propuesta para
administrar empresas bajo condiciones de ambiente dinámico, altamente competido
y globalizado. Las empresas que no sean capaces de adaptarse de forma radical y definitiva a las nuevas condiciones
del entorno, difícilmente podrán ya no competir, sino simplemente “sobrevivir”.
En este sentido, los viejos paradigmas, basados en estructuras sustentadas en
los principios tradicionales de la organización, como la división del trabajo,
la jerarquía, la centralización, entre otros, sólo conducen a esquemas de
burocratización caracterizados por la entropía, el desgaste y la ineficiencia
en la búsqueda de competitividad. Si la alta dirección de una empresa pretende
reposicionar al negocio, la RP constituye una buena alternativa.
La RP es un
enfoque basado en el cliente externo y anhela su satisfacción total de una
manera mejor que los competidores mediante la reelaboración de
procedimientos integrados y totalmente nuevos que efectivamente los satisfagan.
¿Cuándo
aplicar la reingeniería de procesos ?
La RP, si bien es una metodología administrativa
nueva, no debe constituir una moda. En realidad, debe aplicarse «por
necesidad», esto es, cuando literalmente la empresa se encuentra al borde de la
crisis y no halla alternativas mejores para lograr su supervivencia. Las
reestructuraciones sólo mudan los problemas, los transfieren a otras áreas
haciendo que al final permanezcan los mismos vicios organizacionales que
mantienen a la empresa en un estado de incapacidad gerencial para responder de
una manera ágil y oportuna a las exigencias de los mercados globalizados,
altamente competitivos y caracterizados por
la incertidumbre y el riesgo.
Independientemente
de esto, la empresa tiene que analizar seriamente la opción de entrarle o no a
la RP. Se trata de una decisión de alta gerencia, que requiere análisis serios
y maduros puesto que las implicaciones de la RP son de tal magnitud, que
implican costos laborales y humanos impresionantes, pues recordemos que la RP provoca cambios fundamentales,
radicales, dramáticos y definitivos. Por ello, la empresa debe decidir si
efectivamente necesita o no la RP y, sobre todo, si está realmente comprometida
con los cambios que implica.
Algunos de los
signos externos que pueden orillar a la empresa a considerar la RP son, entre
otros, los siguientes :
·
Intensificación de la competencia
·
cambios en los patrones de consumo
de nuestros clientes
·
decremento de las utilidades
·
aparición de nuevas condiciones de
competencia en los mercados internos y externos
·
modificación de los escenarios
económicos, tecnológicos, financieros, laborales, demográficos, legislativos y
políticos que, producto de la apertura y de la globalización de los mercados,
alteran, modifican o cambian radicalmente los patrones de producción,
distribución y consumo de las economías
Ante tales cambios en los entornos, la necesidad de
acudir a la RP está determinada porque las empresas :
1. Sienten mucha presión y perciben que para sobrevivir tienen que
hacer «algo inmediatamente». En este caso, las empresas necesitan realizar
rápidos y drásticos cambios en sus estructuras, ya que es probablemente la
única manera en que puedan sobrevivir o bien sortear los grandes obstáculos que
se les presenta.
2. Los administradores de las
empresas sienten temor y tiene que hacer «algo pronto», pues a pesar de
que en este momento se consideran así mismas buenas en su ramo, vislumbran que en un futuro cercano sino
realizan ciertos cambios en su estructura, no podrán seguir manteniendo su
nivel competitivo.
3. Las empresas se muestran ambiciosas
y pretenden usar todos los medios a su alcance para lograr lo que quieren. En
este caso, las empresas quieren ser las pioneras en su giro para oponerse a sus
competidoras y así, tener el camino libre para ampliar sus mercados. Es el
momento para acudir a la RP, consideran.
¿Reingeniería
o simplemente ingeniería de procesos ?
Esta parece ser una de las preguntas que más angustian
a los administradores tradicionales.
Habrá que considerar que el término ingeniería
deriva del latín ingenium, que
significa «capacidad de discurrir e inventar». Más conceptualmente, podemos
decir que la ingeniería es “la aplicación creativa de principios
científicos, tales como el diseño y desarrollo de estructuras, máquinas,
aparatos o procesos de manufactura o de obras que los utilizan singularmente o
en combinación en búsqueda de soluciones y aplicaciones útiles para la vida cotidiana”.
Las
organizaciones de finales de siglo XX, que como hemos dicho operan en un
ambiente de apertura comercial y de globalización de los mercados
internacionales, necesitan enfrentar una realidad: renovarse o morir. Este
refrán popular no parece ser más cierto que en los tiempos actuales y por ello
los administradores profesionales necesitan estar conscientes de la existencia
de esta técnica, a efecto de que puedan implementarla eficientemente cuando la
empresa que consultan o bien que administran lo requiera.
Sin embargo,
la RP no es necesariamente la solución;
es decir, es necesario antes evaluar si lo que la empresa necesita es realmente
la RP, ya que como hemos dicho anteriormente, ésta implica cambios radicales y
éstos, a su vez, comprometen a la empresa a grandes riesgos. Así que los
administradores deben evaluar qué es lo que
la empresa requiere para poder aplicar la técnica más adecuada.